Card #20: “La ley es el conjunto eterno de deberes fraternales: los ángeles cuidan de los hombres, los hombres de los animales”.

La venida de Cristo al mundo corporal hace dos milenios refleja su amor por todos los seres.

Su condición de Divino Escultor de la Tierra, hace miles de millones de años, dio lo indispensable para la existencia de toda la Naturaleza. [1]

Su Gobierno Espiritual es el mayor regalo ya recibido de Dios.

Un Mesías, como Jesús, ya pasó evos inconmensurables en el nivel evolutivo de la fase de la humanidad, alcanzando el nivel más alto de la jerarquía celestial. [2]

 Los Mesías, seres superiores que llegaron al más alto grado de la jerarquía celestial, tras haber logrado una perfección que en adelante los vuelve infalibles y exentos de las debilidades humanas, incluso durante la encarnación. Admitidos en los consejos del Altísimo, reciben directamente su palabra, y están encargados de transmitirla y hacer que se cumpla. Verdaderos representantes de la Divinidad, cuyo pensamiento tienen, Dios elige entre ellos a sus enviados especiales, sus Mesías, para las grandes misiones generales, cuyos detalles de ejecución son confiados a otros Espíritus, encarnados o desencarnados, que obran bajo sus órdenes y su inspiración.

Su amor no tiene una definición en el vocabulario humano, y mucho menos puede limitarse a una especie específica, género, raza, color, origen étnico, religión, nacionalidad…

Angélico, Uno con el Padre, reveló en sí mismo “La ley (que) es un conjunto eterno de deberes fraternales: los ángeles cuidan de los hombres, los hombres de los animales”. [3]

¿Cómo entonces es posible, como se ha hecho, circunscribir Su amor solo a la humanidad?

¡Difundir a un especista y antropocéntrico Jesús es uno de los errores más grandes que se han cometido, con enormes consecuencias para todos los seres en la Tierra!

A la luz del Espiritismo no se puede concebir que el Compositor de las Bienaventuranzas limitaría su Doctrina Celestial solo a la especie humana.

El benefactor Emmanuel afirma: “Ciertamente, el Señor mostró, desde temprana edad, un amor apasionado por las criaturas. En la privacidad de su hogar, en Nazaré, a menudo habría conducido al afecto maternal ese o aquel hambriento del camino o uno u otro animal enfermo…”. [4]

Esta constatación, aunque obvia, debería implicar cambios profundos en la forma en que nos relacionamos con otras especies y ecosistemas, desde alimentos, ropa, entretenimiento, etc., especialmente en los espacios espiritistas.

Porque si tenemos a Jesús como Modelo y Guía [5], ¿cómo no podemos esforzarnos por respetar y cuidar a los animales y la Naturaleza, violando los sagrados “deberes fraternos”?

Entonces, por esta razón, Emmanuel nos rogó: “Recuerden los vínculos sagrados que nos conectan entre sí en el camino evolutivo y colaboran en la extinción de la crueldad con la que todavía basamos las relaciones con nuestros hermanos menores”. [6]

Sublimar los hábitos crueles a los animales y los ecosistemas no es un simple acto de caridad, sino un deber sagrado del verdadero cristiano, que tiene en Jesús su Guía y Modelo.

Después de todo, Allan Kardec ya había dicho: “Se reconoce el verdadero espiritista por su transformación moral y por los esfuerzos que hace para dominar sus malas inclinaciones”. [7]

Que podamos superar el modelo antropocéntrico y especista que tanto nos ha insensibilizado de los valores divinos de los animales y la Naturaleza.

Referencias:

[1] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). A Camino de la Luz. Versión digital. Federación Espírita Española. 105 Capítulo 1 “Génesis planetaria, ítem “El divino escultor”, p. 10. Acceso el 23-06-2020 https://bit.ly/2CAwU7p 

[2] KARDEC, A. Constitución transitoria del espiritismo. Edición conmemorativa 150º aniversario del fallecimiento de Allan Kardec 1869 – 31 de marzo – 2019 Edición digital. CEA. Instrucciones de los espíritus. Los mesías del espiritismo. Respuesta del espíritu Lacordaire. p. 143. Acceso el 23-07-2020 https://n9.cl/3qkzd 

[3] XAVIER, F. C.; CASIMIRO CUNHA (Espíritu). Cartilha da Natureza: A Criação. [Cuadernillo de la Naturaleza: la creación]. Rio de Janeiro: FEB, 2008. 96 p. Capítulo “Os animais” [Los animales], pp. 25.

[4] XAVIER, F. C.; Espíritos diversos. Doutrina – escola. [Doctrina – escuela]. Capítulo “Jesús y estudio (I)” (Espíritu Emmanuel).

[5]  KARDEC, A. El libro de los Espíritus. Trad.: José María Fernández Colavida. Ed. digital, FEE, set. 2018. 497 pp. Libro tercero, cap. I, pregunta 625, p. 280. Acceso el 26-06-2020 https://url2.cl/9g7wk  

[6] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). Alvorada do Reino.  [Alborada del reino.]1 ed. São Paulo: IDEAL, 1988. 102 p. Capítulo 15 “En el camino de la ascensión”, pp. 78-82.

[7] KARDEC, A. El Evangelio Según el Espiritismo. Capítulo 17 – Sed perfectos. Los buenos espíritas. pp. 280-281. Acceso el 14-03-2020 https://rb.gy/dwwmuq

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