Card #25: “El respeto a la Creación constituye un deber simple”.

Como humanidad, ¿hemos cumplido este deber simple?

Compartimos muchos mensajes aquí, donde los benefactores espirituales enfatizan que el respeto por la naturaleza no es un mero acto de caridad, sino una condición inherente al despertar del potencial humano. En resumen, un imperativo evolutivo para la expansión de la conciencia, “¡un deber simple!”.

Uno de ellos es el de Emmanuel, al afirmar: “recibid como obligación sagrada el DEBER de amparar a los animales en la escala progresiva de sus posiciones variadas en el planeta. Extended hasta vuestra concepción de solidaridad y vuestro corazón comprenderá, más profundamente, los grandes secretos de la evolución, entendiendo los maravillosos y dulces misterios de la vida.” [1]

Del mismo modo, Juana de Angelis aconsejó que “el individuo que se compadece del sufrimiento de su PRÓXIMO  ―vegetal, animal o humano― deseando ayudarle, se ilumina fácilmente, frente al conocimiento que tiene sobre el significado existencial de la vida en la Tierra.” [2]

Así como queremos ser respetados como humanos, los seres no humanos también merecen el mismo respeto. Es la regla de oro tan ampliamente proclamada por nosotros los espiritistas, que también se aplica a los animales y los ecosistemas y no solo a los humanos.

La querida benefactora Meimei nos enseñó que Dios espera el cumplimiento de este simple deber: “El hermano de la experiencia comunitaria pide simpatía por ti, los necesitados están esperando la ayuda que sea posible para ti; el animal te pide protección, la planta te pide respeto, la fuente espera que lo conserves y lo defiendas, el entorno en el que vives cuenta contigo, en el desempeño de tus propios deberes, para que la paz felicite la vida de todos … si estás despierto pensando, antes de los principios del Bien Eterno, comprenderás, en todas las situaciones y en todos los lugares, que Dios necesita tu colaboración y te espera.” [3]

Si realmente queremos evolucionar, este sencillo deber es inevitable, en especial en este momento cuando estamos viviendo una crisis ambiental sin precedentes. Una nueva ética en la relación con otras criaturas nunca ha sido más necesaria. Así lo dijo el espíritu Manoel P. Miranda: “Es necesario, por lo tanto, que haya un despertar moral en la criatura humana, para que la Tierra sea respetada al menos, cuando no sea amada, lo que constituye un deber IMPOSTERGABLE”. [4]

Finalmente, la enseñanza de San Vicente de Paulo en El libro de los Espíritus, sobre nuestros deberes mutuos, humanos y no humanos, fue muy oportuna. Existen innumerables recomendaciones y advertencias no especistas de benefactores espirituales, adelantándose a los debates modernos que exigen una consideración ética y moral para los animales y los ecosistemas.

“Amaos unos a otros. Esta es toda ley, ley divina por medio de la cual Dios gobierna los mundos. El amor es la ley de atracción para los seres vivientes y organizados; la atracción es la ley de amor para la materia inorgánica.» «No olvidéis nunca que el espíritu, cualesquiera que sean su grado de talento y su situación en la reencarnación o en la erraticidad, está siempre entre un superior que le guía y perfecciona, y un inferior respecto del cual ha de cumplir idénticos DEBERES. […] Sed afables y benévolos con todos los que os son inferiores, practicad lo mismo respecto de los SERES MÁS ÍNFIMOS DE LA CREACIÓN, y habréis obedecido a la ley de Dios”. [5]

El Espiritismo refleja el llamado de Jesús a una buena lucha contra el especismo y el antropocentrismo que todavía están en nuestro bagaje espiritual, en nuestra vida cotidiana, en nuestra conducta y cultura y que necesitan urgentemente de resignificación.

Continuemos, unidos, a favor de la vida de toda la Naturaleza.

Referencias:

[1] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). Emmanuel. Versión digital. Trad. R. Bertolinni. 108 p. Cap. XVII. Sobre los animales, pp. 57-60. Acceso el 28-06-2020 https://bit.ly/2YH09hC

[2] FRANCO, D. P.; JUANA DE ANGELIS (Espíritu). Encontro com a Paz e a Saúde. [Encuentro con la Paz y la Salud]. 5 ed. Salvador: LEAL, 2016. 232 p. Capítulo 10 “Em busca da iluminação interior”, item “Processo de autoiluminação”, [En busca de la iluminación interior”, ítem “Proceso de autoiluminación”.], pp. 198-201.

[3] XAVIER, F. C.; MEIMEI. (Espíritu) Deus aguarda. [Dios espera]. Capítulo: “Dios espera”, [Dios espera].

[4] FRANCO, D. P.; MANOEL PHILOMENO DE MIRANDA (Espíritu). Entre os dois mundos. [Entre los dos mundos] 6 ed. Salvador: LEAL, 2016. 312 p. Capítulo 1 “Reminiscências e reflexões”, [Recuerdos y reflexiones] pp. 17-19.

[5] KARDEC, A. El libro de los Espíritus. Trad.: José María Fernández Colavida. Ed. digital, FEE, set. 2018. 497 pp. Libro Tercero “Leyes morales”, capítulo XI “Ley de justicia, de amor y de caridad”, ítem III “Caridad y amor al prójimo”, pregunta 888, pp. 371. Acceso el 26-06-2020 https://url2.cl/9g7wk

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