Card #34: “Todos los Espíritus en marcha son ayudados por sus hermanos más avanzados, y deben, a su vez, ayudar a aquellos que están por debajo de ellos”.
Parafraseando la pregunta del famoso neurólogo Viktor Frankl, “¿cuál es el significado de la vida?” ¿A dónde vamos? Si todos caminamos sobre la misma Tierra, ¿tendremos el mismo destino?
Lo que es seguro es que aspiramos a un mundo feliz y pacífico. Idealizamos sentimientos y emociones amorosas y empáticas. Estamos felices cuando escuchamos buenas historias sobre actos de solidaridad, ya que sentimos que este es el camino de la evolución.
León Denis afirma que “En esta laboriosa y penosa evolución que arrastra a los seres hacia la luz, hay un hecho consolador sobre el cual es bueno insistir: que en todos los grados de su ascensión el alma es atraída, ayudada y socorrida por las Entidades superiores. Todos los Espíritus en marcha son ayudados por sus hermanos más avanzados, y deben, a su vez, ayudar a aquellos que están por debajo de ellos”, y continúa afirmando que “En las almas evolucionadas el sentimiento de la solidaridad llega a ser tan intenso, que se trueca en una comunión perpetua con todos los seres y con Dios”. [1]
Entonces, hagamos una pregunta más: ¿qué pasa con los animales, también están en este mismo camino evolutivo? ¿Deberían también ser considerados espíritus, como hermanos?
Quien nos responde es Emmanuel, al afirmar que los animales son nuestros hermanos inferiores, declarando que “todos nosotros ya nos debatimos en su estrecho círculo evolutivo. Son ellos nuestros parientes cercanos, a pesar de la obstinación de cuantos persisten en no reconocerlo. (…) todos nós já nos debatemos no seu acanhado círculo evolutivo. São eles [os animais] os nossos parentes mais próximos, apesar da teimosia de quantos persistem em o não reconhecer. (…) El hombre está para el animal, simplemente como un superior jerárquico”. [2]
La consecuencia lógica de que los animales sean nuestros hermanos, compañeros en este viaje evolutivo, es que también debemos ser justos y solidarios con ellos.
Emmanuel concluye la reflexión advirtiendo: “recibid como obligación sagrada el deber de amparar a los animales en la escala progresiva de sus posiciones variadas en el planeta. Extended hasta vuestra concepción de solidaridad y vuestro corazón comprenderá, más profundamente, los grandes secretos de la evolución, entendiendo los maravillosos y dulces misterios de la vida”. [3]
Que podamos marchar vestidos de solidaridad, esforzándonos por reconocer los lazos infinitos que nos unen, erigiendo en nuestros corazones el santuario eterno de la fraternidad universal [4], sabiendo que “la vida es el resultado del amor, y trabaja a favor de solidaridad con todas las formas existentes: minerales, vegetales y animales”. [5]
Referencias:
[1] DENIS, L. El gran enigma. 1a imp. digital. FEE, 2006. 104 p. 1ª parte, cap. 3 “3. Solidaridad. Comunión universal”, pp. 16-22. Acceso el 15-6-2020 https://bit.ly/2MXUInF
[2, 3] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). Emmanuel. Versión digital. Trad. R. Bertolinni. 108 p. Cap. XVII: Sobre los animales. pp. 57. Acceso el 28-06-2020 https://bit.ly/2YH09hC
[4] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). El Consolador. Versión digital. Trad. Enry Chara. 122 p. Capítulo ‘ “Ciencia”, ítem 1.3, “Ciencias especializadas, pregunta 79, pp. 43. Acceso el 19-06-2020. https://bit.ly/2Y2U5j1
[5] FRANCO, D. P.; JOANNA DE NGELIS (Espíritu). 3 ed. Salvador: LEAL, 2016. 200 p. Constelação familiar. [Constelación familiar]. Capítulo 16 “Relacionamentos sociais” [Relaciones sociales], pp. 113.
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