Card #13: “No vemos más que una diferencia de grado, no de naturaleza, entre los animales y el hombre”.
El orgullo humano buscó por todos los medios diferenciarse de los animales no humanos e instrumentalizar a la Naturaleza a través de conceptos arbitrarios antropocéntricos y especistas que le daban privilegios sobre todo lo que no era humano por considerarlos inferiores.
Como resultado, los animales no humanos y la Naturaleza vienen sufriendo en todos los sentidos. Los bosques arden, los animales caen, los océanos lloran, la Tierra pide ayuda…
En palabras de Juana de Angelis, “los devastadores de la flora y los destructores de la fauna HAN PERDIDO LA DIRECCIÓN DE LA VIDA y se han enredado en el discurso de la ambición excesiva, autodestruyéndose cada vez que atacan contra las manifestaciones sencientes existentes”. [1]
Sin embargo, debido a la ley irreprimible del progreso, la humanidad ha estado sufriendo sucesivas “descentralizaciones”. Una de ellas sucedió con Copérnico (1473-1543), quien logró que la Tierra dejara de ser el centro del universo de la imaginación popular. Más tarde, otro punto de inflexión llegó con Darwin (1809-1882) a través de la demostración científica de la naturaleza animal del hombre, según la cual las diferencias entre él y otros animales son solo de grado y no de categoría. [2]
En este viaje, la Doctrina Espírita no solo corroboró que la diferencia entre animales y humanos “es de grado, no de naturaleza” [3], como lo declaró Delanne (1857-1926), sino que agravó la responsabilidad de la humanidad debido a su posición evolutiva, es decir, su condición de “hermanos mayores y más experimentados de los animales” [4] como lo afirma Chico Xavier, ya que, según la ley divina, el superior tiene la obligación sagrada de apoyar al inferior, y no destruir ni abusar de sus habilidades.
Para la Doctrina Espírita, el ser espiritual que aún no ha alcanzado la etapa de humanidad se encuentra en un período de infancia [5 y 6], lo que significa que los niños espirituales de la Tierra son los seres que vivencian su aprendizaje en las etapas mineral, vegetal y animal.
Es por eso que advirtieron insistentemente los buenos espíritus, como enfatizó Léon Denis: “Todos los espíritus en marcha son ayudados por sus hermanos más avanzados y, a su vez, deben ayudar a los que están debajo de ellos“. [7]
Del mismo modo, el benefactor Alejandro advirtió: “Si no protegemos o educamos a los que el Padre nos ha confiado, como gérmenes frágiles de racionalidad en los pesados recipientes del instinto; si abusamos en gran medida de su incapacidad para defenderse y preservarse, cómo exigir la protección de superiores benévolos y sabios…“[8]
Emmanuel también enfatizó la obligación sagrada de la humanidad y la diferencia de grado con los no humanos, así como destacó la sensibilidad de los animales. Veamos: “el hombre es para el animal simplemente un superior jerárquico. En los irracionales también se desarrollan las facultades intelectuales. El sentimiento de curiosidad es, en la mayoría de ellos, muy avanzado, y muchas especies nos muestran sus altas cualidades, ejemplificando el amor conyugal, el sentimiento de paternidad, el apoyo a los demás, las facultades de imitación, el sabor de la belleza. Para verificar la existencia de estos fenómenos es suficiente con poseer un sentimiento preciso de observación y análisis “. [9]
Por lo tanto, “es imposible hacer del hombre una persona sobresaliente en el reino animal [3]”, dijo Dellane. Tal intento es el resultado del orgullo humano.
También se debe tener en cuenta que tales argumentos filosóficos están respaldados por evidencias científicas, entre las cuales una de las más populares es la “Declaración de Conciencia de Cambridge” (2012), elaborada por neurocientíficos, neurofarmólogos, neurofisiólogos, neuroanatomistas y neurocientíficos cognitivos computacionales reunidos en la Universidad de Cambridge (Reino Unido). La Declaración fue proclamada públicamente el 7 de julio de 2012 y firmada por los participantes de la conferencia, en presencia de Stephen Hawking:
“Evidencias convergentes indican que los animales no humanos poseen sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de estados de conciencia junto con la capacidad de exhibir comportamientos intencionales. Los humanos no son los únicos que tienen los sustratos neurológicos que generan conciencia. Los animales no humanos, incluidos todos los mamíferos y aves, y muchas otras criaturas, incluidos los pulpos, también tienen estos sustratos neurológicos”. [10]
Por último, se hace necesario llevar a cabo la resignificación de la visión antropocéntrica y especista, que diferenció e instrumentó a los animales y a la Naturaleza, porque Dios no los creó para servirnos, al contrario, es nuestro orgullo el que nos induce a este pensamiento equivocado, como advirtió Allan Kardec [11].
Que la esencia divina y el amor divinos del que todos derivamos nos una a todos los seres, independientemente de la fase evolutiva, y nos ayude a asumir la sagrada obligación de apoyar a los niños espirituales de la Tierra, aboliendo todo lo que los hace sufrir y permitiendo que florezca a través de ella una forma genuina de amor.
Referencias:
[1] LOURENÇO, D. B. Direito dos animais: fundamentação e novas perspectivas. [Derecho de los animales: fundamentación y nuevas perspectivas]. Porto Alegre: Sérgio Antonio Fabris Editor, 2008.
[2] DELANNE, G. A evolução anímica. [La evolución anímica]. 1a. ed. Limeira: EDITORA DO CONHECIMENTO, 2008. 239 p. Capítulo 1 “La vida”, ítem “La fuerza vital”, pp. 30.
[4] BACCELLI, C. A. Chico Xavier, o amigo dos animais. [Chico Xavier, el amigo de los animales]. 4 ed. Uberaba: LEEPP, 2014. 158 p. Capítulo 47 “Chico habla sobre los animales”, pp. 135.
[5] XAVIER, F. C.; MARIA JOÃO DE DEUS (Espíritu). Cartas de uma morta. [Cartas de una muerta]. 17 ed. São Paulo: LAKE, 2016. 197 p. Capítulo 35 “Pensamientos que orientan la formación de cristales y de flores”, pp. 60.
[6] KARDEC, A. El libro de los Espíritus. Trad.: José María Fernández Colavida. Ed. digital, FEE, set. 2018. 497 pp. Libro segundo “Mundo espírita o de los Espíritus”, capítulo XI “Los tres reinos”, ítem II “Los animales y el hombre”, pregunta 607-a, pp. 273. Acceso el 26-06-2020 https://url2.cl/9g7wk
[7] DENIS, L. El gran enigma. 1a. ed. digital. FEE, ene. 2006. 104 p. 1ª parte, cap. 3 “Solidaridad: comunión universal”, pp. 16-22. Acceso el 26-06-2020 https://url2.cl/DwTxY
[8] XAVIER, F. C.; ANDRÉ LUIZ (Espíritu). Misioneros de la Luz. 1ª ed., 2007. Derechos de autor cedidos gratuitamente por la Federación Espírita Brasileña. 352 p. Capítulo 4 “Vampirismo”, p. 38-48, por el benefactor Alejandro. Acceso el 14-03-2020 https://rb.gy/axviv9
[9] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). Emmanuel. 28 ed. 5 imp. Brasília: FEB, 2016. 208 p. Capítulo 17 “Sobre los animales”, pp. 109-113.
[10] CONSCIOUSNESS in Human and Non‐Human Animals. In: Francis crick memorial conference. Cambridge, United Kingdom, 2012. Disponible en: http://fcmconference.org/.
[11] KARDEC, A. La Génesis. KARDEC, A. La Génesis. Capítulo VII “Bosquejo geológico de la Tierra”, ítem 32, pp. 179. Ed. digital, FEE, set. 2018. Acceso el 26-03-2020 https://url2.cl/2g1A1.
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