Card #29: “La individualidad se libera del ego y se convierte en hermana de la Naturaleza y de todas las criaturas que existen, manteniendo una relación vibrante con las energías universales”.

¿Hemos estado actuando como hermanos de la Naturaleza?

Como hermanos evolutivamente mayores, abocados a la práctica de nuestro crecimiento como humanos, ¿hemos utilizado esta condición para guiar y proteger o abusar de los hermanos menores, que siguen su labor evolutiva en los reinos inferiores?

La benefactora Juana de Angelis nos explica que para convertirse en una hermana(o) de la Naturaleza es necesario liberarse del ego. [1] 

La palabra ego significa “yo”, y generalmente nos lleva a conceptos negativos, como el egoísmo, priorizar el interés personal a expensas del prójimo, y el egocentrismo, cuando el yo se coloca en el centro, lo que dificulta la empatía, el colocarse en el lugar del otro.

Sin embargo, el ego juega un papel importante en la psicología y la evolución en el proceso de individuación. Porque el ego no es el mal en sí mismo; el problema es permanecer centrado en el ego. Y este egoísmo, este egocentrismo, junto con el orgullo, ha llevado a la humanidad a creer erróneamente, según Allan Kardec, que “todos los animales fueron creados en su intención y para sus necesidades” [2], como si la Naturaleza y todas las criaturas no humanas fueran un estante de supermercado, cuyo propósito es servir a los intereses de nuestra especie, en una visión antropocéntrica y especista, centrada en la especie humana y discriminando a las otras especies.

Juana, en el mismo texto, explica que este egocentrismo y egoísmo nos ha hecho repetir hábitos y actividades sin discernimiento, automáticamente a lo largo de nuestra evolución. “Los hábitos imponen comportamientos que no son necesariamente racionales, sino automáticos”. Esto nos ha hecho “dejarnos llevar por pasiones primitivas”, pasiones que tendremos que abandonar en el proceso de iluminación interior. Luego, algunos de estos hábitos nos han “impedido avanzar, siendo barreras impuestas por las costumbres ancestrales”, ya que están intrínsecamente vinculadas al egoísmo.

Reflexionemos: ¿qué hábitos hemos repetido irracional y automáticamente, egoístamente, por pura costumbre, que perjudican a otros seres y a la naturaleza?

Los espíritus fueron incisivos al afirmar en varios temas en El libro de los espíritus que el egoísmo, junto con el orgullo, son los mayores obstáculos para el progreso. Dijeron que “el egoísmo; de él arrancan todos los males” [3], y que “el objeto de todos los esfuerzos del hombre deben ser destruir el egoísmo y fomentar la caridad”. [4]

Juana refuerza esta necesidad afirmando que mientras exista el egoísmo, en forma de presunción, “(…) de indiferencia a la aflicción del prójimo”, la Humanidad probará el sufrimiento de las desesperaciones colectivas y de las colectivas lágrimas”. [5]

Como dijo Gandhi, “Todo lo que vive es tu prójimo”. Por lo tanto, es imperativo reflexionar sobre cuánto hemos sido indiferentes a la aflicción de nuestros hermanos menores, los animales, que también son nuestros prójimos.

Despertemos nuestra conciencia, mirando con coraje los hábitos que lastiman a nuestros hermanos pequeños, para actuar por fin como hermanos de la Naturaleza y de todas las criaturas que forman parte de ella. Como dijo la benefactora Juana:

“Ejercítate en el amor a la naturaleza, que brilla en sol, aire, agua, árboles, flores, frutas, animales y hombres. Déjate tocar por las invitaciones silenciosas que te da el Padre Creador y difunde tus emociones sobre todas las cosas, endulzandote por dentro. Cuanto más ames, menos serás golpeado por las astillas del mal, ya que tu comprensión expandida abrirá espacios para la vida, cosechando solamente los efectos de la paz”. [6]

Referencias:

[1] FRANCO, D. P.; JOANNA DE ÂNGELIS (Espíritu). Encontro com a Paz e a Saúde. [Encuentro con la paz y la salud]. 5 ed. Salvador: LEAL, 2016. 232 p. Capítulo 9 “A conquista da consciência”, [La conquista de la conciencia] ítem “Consciência plena”,  [ Conciencia plena] pp. 186.

[2] KARDEC, A. La Génesis. Ed. digital, FEE, set. 2018. Capítulo VII “Bosquejo geológico de la Tierra”, ítem 32. Acceso el 26-03-2020 https://url2.cl/2g1A1

[3] KARDEC, A. El libro de los Espíritus. Trad.: José María Fernández Colavida. Ed. digital, FEE, set. 2018. 497 pp. Pregunta 913, pp. 379. Acceso el 26-06-2020 https://url2.cl/9g7wk

[4] KARDEC, A. El libro de los Espíritus. Trad.: José María Fernández Colavida. Ed. digital, FEE, set. 2018. 497 pp. Pregunta 917, pp. 380. Acceso el 26-06-2020 https://url2.cl/9g7wk

[5] FRANCO, Divaldo P. Espíritu Juana de Angelis. Após a Tempestade. [Después de la tempestad]. 5. ed. Salvador: LEAL, 1992. p. 14.

[6] FRANCO, D. P.; JUANA DE ANGELIS (Espíritu). Vida feliz. 1 ed. Especial. Salvador: LEAL, 2017. 224 p. Capítulo 181, pp. 197.

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