Artículo #13: Espiritismo y Vegetarianismo
Rafael van Erven Ludolf, fundador del MOVE, publicó este artículo en enero de 2017 en la centenaria Revista Reformador:
Espíritus venerables, como Emmanuel, Humberto de Campos, André Luiz y sus luminosos instructores, se han manifestado, hace más de 50 años, de manera clara y objetiva, en varias obras psicografiadas por Chico Xavier, sobre los graves perjuicios de la dieta carnívora para el ser y el planeta, informando que tal dieta facilita la obsesión y el vampirismo, dificulta la mediumnidad y la desencarnación, además de provocar enfermedades en los cuerpos espirituales y físicos, entre otros temas evolutivos de suma importancia individual y colectiva.
Las advertencias de los benefactores espirituales son vastas y antiguas.
Sin embargo, es en el propio Movimiento Espiritista en donde encontramos, lamentablemente, resistencias sobre el tema del vegetarianismo, a pesar de la claridad de las informaciones del Mundo Mayor, traídas por la mediumnidad bendita de Francisco Cândido Xavier.
Hay artículos “espíritas” asustadores en la web, justificando el consumo de carne e incluso combatiendo las ideas vegetarianas, es decir, impugnando movimientos de amor al prójimo, en este caso los animales, que también son nuestros hermanos.
En el capítulo 9 de la obra Nuestro Hogar, André Luiz informa que en el siglo XIX la Gobernación de la conocida colonia espiritual tardó 30 años, bajo muchas protestas, en instituir las reformas de los vicios alimentarios terrenales en ciertos Ministerios. Se necesitaron 200 instructores de una esfera muy elevada para ayudar a concretar la reforma alimentaria.
Aun así, este tema sigue siendo tabú en nuestro medio. Lo decimos porque en 2014 realizamos una investigación/conferencia cronológica sobre “Vegetarianismo y Espiritismo” desde la codificación de Allan Kardec hasta las obras de Chico Xavier, con la idea de presentar con cariño esta información al público, buscando concientizar y sensibilizar, sin intenciones de crítica, o superioridad, que sabemos que no tenemos, pero en su momento solo logramos presentarla en nuestra propia Casa Espírita, ya que ninguna otra institución aceptó abordar el tema propuesto.
Hoy en día, el tema ha avanzado mucho, pero fuera del Movimiento Espiritista, que, a nuestro entender, puede que no haya prestado la debida atención a su estudio y difusión en las casas espíritas, a pesar de la claridad que tiene y a pesar de la opinión sublime de los benefactores espirituales que lo defienden.
Ya hemos visto un caso muy triste, en el que un hermano no pudo presentar videos con temas relacionados con el vegetarianismo a jóvenes de una Juventud Espírita, con motivo de un gran evento doctrinal, por citar solo un ejemplo.
Los espíritas suelen repetir, a los cuatro vientos, la sublime máxima de Allan Kardec: “Fuera de la caridad no hay salvación”, pero resisten a aplicarla a nuestros amados hermanos, los animales, sacrificando sus vidas para alimentarse de ellos.
No es que falten estudios nacionales e internacionales, señalando que el Planeta ya no apoya a la industria cárnica. ¡Esta no es una mera filosofía de vida, de religión, sino de supervivencia! Los datos son alarmantes y están disponibles para todos.
En cuanto a la familia espiritista, ¿cómo podemos hablar de “regeneración planetaria” sin pensar también en un simple e individual cambio de hábitos alimenticios, el del plato de cada día?
La reforma íntima, tan pregonada y tan poco interiorizada, implica también la digestión de los alimentos. En otras palabras, ¡a través del estómago!
Y, por supuesto, por la edificación interior del “ama al prójimo”, que también incluye a nuestros hermanos ―los animales―, espíritus en evolución, dotados de alma, no de mercancías, comida, platos sofisticados para todos los gustos.
La ciencia ya ha atestiguado que los animales son seres sensibles, que sufren, sienten placer, felicidad, depresión, empatía y lloran. ¡Sí, lloran! ¡El lamento de la vaca, cuando el ternero es sacado de su pecho y sacrificado frente a ella, resuena dolorosamente en toda la Tierra!
Reflexionemos: ¿los que formamos parte del Movimiento Espírita, estamos aprovechando coherentemente la información que nos brindan los benefactores espirituales sobre la nutrición animal? ¿Se extiende nuestro amor por el prójimo hasta el punto de salvarles la vida eligiendo otras fuentes de alimentación?
No es nuestra intención atacar a nadie, ni estamos de acuerdo con los vegetarianos que critican agresivamente a los carnívoros. Solo queríamos recopilar y presentar la información traída por los Inmortales, contenida en obras espiritistas confiables, que muchos no leyeron o, si lo hicieron, no prestaron la debida atención a la gravedad del asunto, perdiendo la oportunidad de sensibilizar a otros sobre el cambio de hábitos alimenticios, por tu propio bien, por el bien de los animales e incluso del planeta.
Y para terminar, meditemos respecto de las sabias orientaciones del Espíritu Humberto de Campos, extraídas del libro de la FEB (Federación Espírita Brasileña) Cartas y crónicas:
“Te preguntas, asombrado, ¿cómo se debe realizar el entrenamiento de un hombre para las sorpresas de la muerte […]? Comienza la renovación de tus costumbres con el plato de cada día. Disminuye gradualmente el deseo de comer la carne de los animales. El cementerio en el vientre es un tormento, después de la gran transición”.