Card #52: “Sed afables y benévolos con todos los que os son inferiores, practicad lo mismo respecto de los seres más ínfimos de la creación, y habréis obedecido a la ley de Dios.”

¿Qué pasa con la forma en que hemos tratado a los animales no humanos y a todos los demás seres de la Creación?

Muchos pueden afirmar que aman a los animales y tratan a los que están bajo su cuidado con inmenso afecto, como perros y gatos. Y no hay duda sobre el amor y la dedicación de estas personas inspiradoras.

Sin embargo, Leon Denis nos recuerda que “por todas partes se desarrollan dramas ignorados. En nuestras ciudades prosigue sin cesar la hecatombe de pobres animales inofensivos, sacrificados para nuestras necesidades o entregados en los laboratorios al suplicio de la vivisección”. [1]

Por mucho que no estemos viendo estos atroces sufrimientos de nuestros hermanos menores, suceden todo el tiempo en todo el mundo.

Por ejemplo, solo en Brasil se matan 191 animales por segundo para consumo humano, según datos del IBGE  –Instituto Brasileño de Geografía y Estadística– : 1 buey, 1 cerdo y 189 pollos. Y en los laboratorios se matan cada año alrededor de 100 millones de animales, principalmente para la comercialización de cosas triviales, como los cosméticos.

¿Por qué todos estos otros animales no deberían merecer nuestra benevolencia y afabilidad en lugar del sufrimiento que les imponemos con nuestras elecciones diarias, especialmente cuando hay alternativas que les salvarían del sufrimiento?

En el capítulo XI del Libro de los Espíritus, en el ítem X – Ley de Justicia, Amor y Caridad, los espíritus nos instruyen sobre el “verdadero sentido de la caridad”, que sería la “benevolencia para con todos”. También afirman categóricamente que, según Jesús, “la caridad engloba todas las relaciones que tenemos con nuestros semejantes, sean inferiores, iguales o superiores a nosotros” [2], demostrando que debemos incluir a nuestros hermanos animales, plantas y toda la Naturaleza en nuestros actos de caridad, porque también son nuestro próximo. 

En este capítulo los espíritus también afirman que “sean cuales fueren su grado de adelanto y su situación –reencarnado o en la erraticidad–, se encuentra siempre entre un superior que lo guía y perfecciona, y un inferior para con el cual tiene que cumplir esos mismos deberes.” [2]

Por tanto puesto que, así como esperamos ayuda y protección de los espíritus superiores a nosotros, debemos actuar con afabilidad y benevolencia hacia los seres que están debajo de nosotros en la escala evolutiva. ¿Lo hemos intentado?

Y no solo los animales merecen nuestro cariño y cuidado. Emmanuel nos dice que debemos “amar a los árboles y (tener) cuidado con el campo, donde florecen las bendiciones del cielo” [3], así como Juana de Angelis, que nos pide: “ama todo y a todos, ejercítate en el amor a la naturaleza”. [4]

En definitiva, como nos dice Juan de Dios, “la naturaleza es el libro sublime y vivo en el que Dios se manifiesta” [5], y podemos amar a Diosincluso en el cuidado de las plantas y de los animales, sin olvidar nunca que Dios es amor, y por el amor de Dios debemos amar a toda la creación“. [6]

Que podamos entonces, incluir en nuestros esfuerzos de reforma intima, demostrar afabilidad y benevolencia hacia todos los seres de la Creación: los animales cercanos a nosotros, los animales distantes de nosotros (a través de nuestras elecciones), los más grandes y los más pequeños, las plantas, las piedras, el cielo… y, como nos dice Juana de Angelis, nos descubriremos superiormente amando a Dios. [7] ¡No faltarán oportunidades!

Referencias:

[1] DENIS, L. El problema del ser, del destino y del dolor. Ed. digital, 160 pp. Cap. 26 “El dolor”, p. 146.  Acceso el 22-07-2020 https://bit.ly/39kWLg4

[2] KARDEC, A. El libro de los Espíritus. Trad.: José María Fernández Colavida. Ed. digital, FEE, set. 2018. 497 pp. Pregunta 888. Acceso el 26-06-2020 https://bit.ly/32qamk5

[3] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). El Consolador. Trad. Henry Chara. Edición digital. 122 p. Capítulo 1 “Ciencia”, ítem 1.3. “Ciencias Especializadas”, pregunta 77, p. 29. Acceso el 15-06-2020 https://bit.ly/2Y2U5j1

[4] FRANCO, D. P.; JUANA DE ÁNGELIS (Espíritu). Vida feliz. 1 ed. Especial. Salvador: LEAL, 2017. 224 p. Capítulo 181, pp. 197

[5] XAVIER, F. C.; JOÃO DE DEUS (Espíritu). Jardim da infância [Jardín de la infancia]. Capítulo “Natureza” [Naturaleza]

[6] PEREIRA, Y. A.; LÉON TOLSTOI (Espíritu); CHARLES (Espíritu). Sublimação [Sublimación] 7 ed. 1 imp. Brasília: FEB, 2013. 235 p. Capítulo 3 “Destinos sublimes”, ítem  V, pp. 87, e ítem VI, pp. 90

[7] FRANCO, D. P.; JUANA DE ÁNGELIS (Espíritu). Leis Morais da Vida. [Leyes Morales de la Vida]. 15 ed. Salvador: LEAL, 2014. 224 p. 2ª parte, cap. 1 “Amar a Dios”, pp. 18.

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