Artículo #28: Ejes Doctrinarios de la Ética Animal Espírita

1. Espiritismo y la nueva sensibilidad con la Naturaleza

El siglo XVIII estuvo marcado por el nacimiento de una nueva sensibilidad de la humanidad en relación con los animales y la Naturaleza en un contexto europeo, ya sea por fuentes científicas, filosóficas o religiosas, teniendo como hito la creación de varias instituciones de protección animal, entre ellas la antisísmica. campañas, apelaciones al vegetarianismo y redacción de leyes para combatir los más diversos tipos de malos tratos, así como trabajos que defiendan que los seres humanos tienen deberes morales relevantes para los animales [1].

Por ejemplo, la filósofa Sonia Felipe, destaca los argumentos de Humphry Primatt, teólogo y vicario, elaborados en 1776, en El deber de misericordia, en defensa de la coherencia moral humana al considerar el dolor y sufrimiento de los animales humanos y no humanos. Los argumentos de Primatt, críticos de la filosofía moral tradicional, por su antropocentrismo, y radicales en el uso del principio de igualdad, contrario a todas las formas de discriminación moral, son centrales en la ética animal de Richard Ryder y Peter Singer, autores que desarrollaron el concepto. especismo (discriminación de la especie humana frente a otras especies animales) y publicó importantes obras en la década de 1970, como Liberacióin Animal [2].

En este período de cambio, marcado por el abandono del paradigma antropocéntrico, los debates éticos comenzaron a tener horizontes más amplios, abarcando otras formas de vida y no solo al hombre, con nuevos lineamientos en el campo moral, como las tesis ecocéntricas y biocéntricas [3].

Y fue en el siglo siguiente, el XIX, cuando nació el Espiritismo como doctrina codificada por Allan Kardec, seudónimo de Hippolyte Léon Denizard Rivail (1804-1869), influyente educador, autor y traductor francés que desarrolló investigaciones sobre fenómenos psíquicos/espirituales y fundó un Espiritismo de Filosofía a quien llamó Espiritismo o Doctrina Espírita.

Por tanto, es evidente que el Espiritismo surgió precisamente en esta época demarcada por la creciente ola de sensibilidad con la Naturaleza, lo que lleva a creer que en la planificación de Jesús, Gobernador Planetario, había un propósito de apalancar la superación del paradigma antropocéntrico en este espacio. -hora. Era necesario romper con la indiferencia moral hacia los animales y el medio ambiente y consolidar los cimientos de una nueva civilización más que humana.

Sin embargo, ¿el movimiento espírita estaría consciente de este hecho? ¿Existen prescripciones no antropocéntricas en la base doctrinal espiritista? ¿Está el movimiento espírita involucrado en el debate sobre la expansión de la comunidad moral para los animales y los ecosistemas?

2. Espiritismo y Ecología

La obra básica del Espiritismo aborda los siguientes puntos que considera fundamentales: Dios, Las Leyes que rigen el Universo, La Naturaleza, Origen y destino del Espíritu, El plano Espiritual y las leyes que lo rigen, así como sus relaciones con el mundo corpóreo, con énfasis en la restauración del verdadero sentido de la moral de Jesús (sin distinción de culto), considerándolo como el espíritu más perfecto que Dios ofreció a la humanidad para que le sirviera de guía y modelo.

La Doctrina Espírita tiene una triple naturaleza, ya que engloba principios filosóficos, científicos y religiosos o morales. Como afirmó Allan Kardec: “El Espiritismo es, al mismo tiempo, una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que se pueden establecer entre nosotros y los Espíritus; como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que resultan de tales relaciones” [4].

En cuanto al aspecto religioso, que no puede confundirse con las religiones ordinarias, es una doctrina moral, que reflexiona sobre las consecuencias en el uso del libre albedrío, regido por la ley de causa y efecto. Para Kardec, si el Espiritismo dijera una religión, el público solo vería una nueva edición, con una casta sacerdotal con su procesión de jerarquías, ceremonias y privilegios. El espiritismo, que no tiene las características de una religión, en el sentido habitual de la palabra, no puede ni debe adornarse con ese título. Por eso se dice simplemente: doctrina filosófica y moral.

Su método, llamado Kardec de Control Universal de la Enseñanza de los Espíritus, significa que para validar un conocimiento aportado por los espíritus se debe pasar por dos formas básicas de control: la razón, con una lógica estricta basada en datos positivos, sumada al sentido común. ; y el acuerdo en la enseñanza de los Espíritus mediante la comparación de innumerables mensajes. Kardec afirmó: “Sólo hay una garantía seria para la enseñanza de los Espíritus: el acuerdo que existe entre las revelaciones que hacen espontáneamente, utilizando un gran número de médiums extraños entre sí y en varios lugares” [5].

Fue, de acuerdo con este método, que elaboramos en MOVE el Catálogo de Referencias Bibliográficas de la Ética Animal Espírita, que es una continua revisión bibliográfica de la literatura espiritista clásica sobre los animales y nuestros deberes hacia ellos y con la Naturaleza, que contiene (arriba al momento) más de 190 extractos referentes a más de 100 obras espiritistas consagradas, como se detallará en el siguiente apartado.

El Espiritismo se difundió en Brasil, predominantemente, como sistema religioso, aunque, como se ve, se constituye como un trípode de la filosofía, la ciencia y la religión. Actualmente, los espíritas representan el tercer grupo religioso más grande de Brasil, y Allan Kardec se ha convertido en uno de los pensadores franceses más influyentes entre los brasileños, probablemente el autor francés más leído en Brasil.

En la obra básica, especialmente en El Libro de los Espíritus, destacan las Leyes Morales, como un conjunto de leyes divinas que gobiernan la dimensión moral del ser. Para la Doctrina Espírita, la ley divina (o ley natural) abarca las leyes físicas y las leyes morales. Las leyes físicas son las leyes del mundo material natural, objeto de estudio y comprensión de las diversas ciencias existentes, y las leyes morales se refieren a la relación del ser humano con Dios y con su prójimo.

Las Leyes Morales se dividieron en diez partes, son: Ley del culto, Ley del trabajo, Ley de la reproducción, Ley de la conservación, Ley de la destrucción, Ley de la sociedad, Ley del progreso, Ley de la igualdad, Ley de la libertad y Ley de la justicia, el amor y la caridad. Esta última, según los propios espíritus en la pregunta 648 del Libro de los espíritus, “es el más importante, ya que permite al hombre avanzar más en la vida espiritual, ya que resume a todas las demás”.

Entre ellos, la Ley de la conservación es la que le da especial énfasis a la relación humana con la Naturaleza, enfatizando que el instinto de conservación se le dio a todos los seres vivos y que todos deben cumplir los designios divinos. Afirma que la Tierra tiene la capacidad suficiente para sustentar todas las vidas, y que, si muchos carecen de lo básico, no es por falta del medio ambiente, sino por la imprevisibilidad del ser humano que se despilfarran de lo superfluo en lugar de lo superfluo. necesario, para satisfacer sus satisfacciones ficticias.

La pregunta 707 es categórica, cuando los Espíritus afirmaron que “la naturaleza no puede ser responsable de los defectos de la organización social, ni de las consecuencias de la ambición y el amor propio”. Al igual que la pregunta 714, cuando señalaron que el exceso pone al hombre por debajo de los animales, ya que se conforman con lo necesario. Al hacerlo, el hombre “abdica de la razón que Dios le dio como guía (…). Enfermedades, dolencias e incluso la muerte, que resultan del abuso, son (…) el castigo por transgredir la ley de Dios”.

En tiempos de covid19, esta declaración de los espíritus sobre enfermedades y dolencias es digna de mención, ya que la pandemia actual es resultado directo de la cruel actividad humana de criar y consumir animales, al igual que los de SARs-Cov (2002), gripe aviar ( 2003 y 2013), gripe porcina (2009), MERs-Cov (2012) y otros. Además, según un informe de la FAO / ONU (2013), alrededor del 70% de las nuevas enfermedades que infectan al ser humano en las últimas décadas están relacionadas con la creación y consumo de animales. No solo animales exóticos y salvajes, sino también los llamados animales de granja [6]. Cabe señalar también que estos virus no fueron producidos en el laboratorio, como confirman decenas de estudios publicados en revistas científicas serias, negando aún más esta fake news que desvía el foco del origen de este grave problema y anestesia la responsabilidad humana hacia la Naturaleza. [7]

La pandemia actual de Covid19 ha puesto de relieve aún más el riesgo de enormes consecuencias globales de la cría y el consumo de animales y la pérdida de bosques. A medida que se promueve la deforestación, existe un mayor riesgo de que los microorganismos, hasta entonces en equilibrio, migren a la vida diaria humana y se conviertan en víctimas. Es necesario abordar la salud humana, animal y de los ecosistemas de manera integrada.

Vale la pena señalar que los temas citados son de 1860, anticipando en gran medida el debate moderno sobre sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fue en 1972 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, en Estocolmo, que la sostenibilidad se definió como la capacidad de un individuo/organización para utilizar los recursos naturales de forma consciente, a través de prácticas o técnicas desarrolladas para este propósito. El concepto de desarrollo sostenible surgió del Informe Brundland de la ONU, en 1987, como uno que satisface las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades.

André Trigueiro, al estudiar estas Leyes Morales en su obra Espiritismo y Ecología, señala la necesidad de un sentido de urgencia ante la crisis ambiental inédita de la modernidad, destacando cómo el actual modelo de desarrollo es “ecológicamente depredador, socialmente perverso y políticamente injusto”, y narra que “algunos investigadores prefieren utilizar la expresión “ecocidio” para designar el exterminio de las condiciones que sustentan la vida en el planeta. Cabe mencionar aquí que somos los depredadores del entorno que nos acoge. Esta no es una fatalidad, un castigo divino o cualquier otra razón mística. Hoy sufrimos los efectos de las decisiones que tomamos a diario”. [8]

Cerrando este apartado, Allan Kardec, como ecologistas, que comprenden la interrelación e interdependencia entre los seres, afirma que “todo en el universo está vinculado, todo está vinculado; todo está sujeto a la gran y armoniosa ley de unidad”. [9]

Finalmente, este tema de la relación humana con el mundo natural en la obra básica de Allan Kardec fue posteriormente desarrollado y ampliado en cientos de obras conocidas como subsidiarias, especialmente las psicografiadas por los médiums Francisco Cândido Xavier y Divaldo Pereira Franco, entre otros autores y autores como Gabriel Dellane, Cairbar Schutell e Irvênia Prada.

3. Los animales según el Espiritismo

El evolucionismo espírita (evolución del alma) entiende que la trayectoria del Ser Espiritual en la Tierra se da a través de los distintos pasos evolutivos, alternándose en el mundo corporal y espiritual. En pocas palabras, evoluciona a través de las fases mineral, vegetal, animal, humana, hacia ángeles / espíritus puros. Este desarrollo evolutivo se da a lo largo de cientos de millones de años, pasando por las diferentes fases de cristalización, de sensibilidad vegetal, de percepción instintiva animal hasta llegar a la conciencia humana, y seguirá alcanzando mayores logros. Por tanto, el animal humano y el no humano tuvieron el mismo origen y tendrán el mismo destino.

En obras básicas (siglo XIX), los animales no humanos son considerados Seres Espirituales (o principios inteligentes) individuales y sensibles que, por la inteligencia que ya han desarrollado, son considerados como almas. La fase evolutiva del animal no humano sería como un período de infancia espiritual anterior a la fase de humanidad.

Es llegando a la fase de humanidad, luego de una elaboración lenta y paulatina en los otros reinos de la Naturaleza, que el Espíritu se vuelve capaz de elegir más libremente, de discernir entre el bien y el mal, entre otros atributos.

Una de las declaraciones más directas de Allan Kardec en oposición al argumento antropocéntrico de que los animales fueron creados por Dios para servir a los seres humanos, se encuentra en el libro La Génesis:

“El orgullo ha hecho decir al hombre que todos los animales han sido creados para su servicio y para sus necesidades. […] Dios no las creó por un capricho de su voluntad, y para proporcionarse luego el gusto de destruirlas: porque todas tenían vida, instintos, y el sentimiento del dolor y del bienestar. ¿Con qué objeto las hizo? Este objeto debió ser soberanamente sabio”. [10].

Se conoce el uso irrazonable de las ideas de que los animales no humanos no tienen lenguaje, no tienen inteligencia, no piensan, no sienten, no tienen alma, etc., como afirma René Descartes (1596 – 1650) en su obra animal. teoría de la máquina, para la cual los seres humanos tienen alma y son capaces de pensar y de lenguaje, y los animales son máquinas, autómatas, como un reloj, es decir, actúan de forma automática.

Sin embargo, los Espíritus que dictaron la Codificación se opusieron a este pensamiento de Descartes, afirmando en la pregunta 595 del Libro de los Espíritus que “los animales no son simples máquinas, como ellos suponen”, así como, fueron enfáticos sobre el lenguaje de los animales en el pregunta 594 del mismo trabajo. Veamos:

594. ¿Poseen lenguaje los animales? – Si os referís a un lenguaje formado por palabras y sílabas, no. Pero un medio de comunicarse entre ellos, sí. Se expresan recíprocamente muchas más cosas de las que creéis. […]”. 594-a) Existen animales que no tienen voz. ¿No poseen, entonces, lenguaje? – Se entienden por otros medios. ¿Acaso los hombres sólo tenéis la palabra para comunicaros? ¿Qué dices de los mudos? Puesto que entre los irracionales existe la vida de relación, disponen de medios para advertirse del peligro y expresar las sensaciones que experimentan.  ¿Crees que los peces no se entiendan? El hombre no disfruta, pues, del privilegio exclusivo del lenguaje […].

Confirmando esta afirmación de los Espíritus de que los animales son seres sensibles, en 2012, un grupo internacional de expertos en las áreas de neurociencia cognitiva, neurofarmacología, neurofisiología, neuroanatomía y neurociencia computacional publicó un manifiesto en la Universidad de Cambridge, conocido como la Declaración sobre Conciencia Animal, de la que destacamos un extracto:

“La ausencia de un neocórtex no parece prevenir que un organismo experimente estados afectivos. Evidencia convergente indica que los animales no humanos poseen los substratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de estados conscientes, así como la capacidad de exhibir comportamientos deliberados. Por consiguiente, el peso de la evidencia indica que los seres humanos no son los únicos que poseen los sustratos neurológicos necesarios para generar conciencia. Animales no humanos, incluyendo todos los mamíferos y pájaros, y muchas otras criaturas, incluyendo los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos”. [11]

Philip Low, neurocientífico e investigador del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), que dirigió la investigación anterior, dijo que las conclusiones del manifiesto tuvieron un gran impacto en su comportamiento, lo que lo llevó a volverse vegano. Y declaró: “Ya no es posible decir que no sabíamos”.

Vale la pena señalar que el alma del animal no humano no se detalló en el trabajo básico, sino en los trabajos subsidiarios. Veamos dos ejemplos:

Gabriel Delanne escribió en la obra Evolución Anímica publicada en 1895:

“Ahora, como los animales no solo tienen inteligencia, sino también instinto y sensibilidad; y considerando el axioma de que todo efecto inteligente tiene una causa inteligente; así como la magnitud del efecto es directamente proporcional a la potencia de la causa, tenemos derecho a concluir que el alma animal es de la misma naturaleza que la humana, solo que se diferencia en el desarrollo gradual”. [12].

Escribió Emmanuel en la obra llamada Emmanuel publicada en 1937:

“En los irracionales se desarrolla igualmente las facultades intelectuales. El sentimiento de curiosidad es, en la mayoría de ellos, altamente avanzado y muchas especies nos demuestran sus elevadas cualidades, ejemplificando el amor conyugal, el sentimiento de la paternidad, el amparo al prójimo, las facultades de imitación, el gusto de la belleza. Para verificar la existencia de esos fenómenos, basta que se ponga un sentimiento detenido de observación y de análisis. Los animales tienen su lenguaje, sus afectos, su inteligencia rudimentaria, con atributos innumerables. Son ellos los hermanos más cercanos del hombre, mereciendo, por eso, su protección y amparo”. [13]

Luego de esta primera investigación y construcción teórica, luego entraremos más específicamente en la propuesta de este artículo, es decir, el desarrollo de los Ejes Doctrinales de la Ética Animal Espírita.

4. Ejes de la Ética Animal Espírita

Son muchas las obras espíritas que destacan que se trata de una condición inherente a la evolución del ser humano, el respeto a los animales y a la Naturaleza, como ha quedado demostrado en nuestro Catálogo de Referencias Bibliográficas de la Ética Animal Espírita.

También destacan la necesidad de resignificar el significado de familia, que debe extenderse al infinito, independientemente de la especie que habita el ser espiritual. En este sentido, todos los seres de la Tierra formamos Nuestra Familia Universal, todos, humanos y no humanos, bajo el amoroso Gobierno de Jesús, quien ama y cuida a todos, sin importar la especie.

De esta recopilación de mensajes, es posible extraer al menos dos ejes fundamentales de la relación humana con los animales no humanos según el Espiritismo:

i) que es un deber sagrado de los seres humanos cooperar con la evolución de los animales y trabajar para poner fin a la crueldad contra ellos, como condición inherente a la evolución humana misma;

ii) que el vegetarianismo puro es un objetivo a alcanzar, ya que la matanza de animales y su consumo facilita, por ejemplo, la obsesión, el vampirismo y la desvinculación prematura por las enfermedades que de él se derivan.

Lamentablemente, el movimiento espírita todavía discute poco este tema y son pocos los centros espíritas y federativos que orienten a sus seguidores a adoptar la dieta vegetariana o considerar la ética vegana. Ya sea desde dentro o fuera del movimiento, los espíritas han sido blanco de críticas debido a esta contradicción e inconsistencia.

En cuanto a los dos ejes, puede observarse, por ejemplo, lo que dijo el espíritu Emmanuel a través de la psicografía de Chico Xavier a favor de la dieta vegetariana estricta y la ética vegana, en un trabajo editado por la FEB – Federación Espírita Brasileña en 1941:

“La ingestión de las vísceras de las animales es u error de enormes consecuencias, del cual derivan numerosos vicios de la nutrición humana. Es una lástima semejante situación, así mismo porque, si el estado de materialidad de la criatura exige la cooperación de determinadas vitaminas, esos valores nutritivos pueden ser encontrados en los productos de origen vegetal, sin la necesidad absoluta de mataderos y frigoríficos”. [14]

En otras obras, el mismo autor espiritual afirmó que las nociones de caridad que trae el Espiritismo deben ser vividas también en relación con los seres no humanos.

“Recibid como obligación sagrada el deber de amparar a los animales en la escala progresiva de sus posiciones variadas en el planeta. Extended hasta vuestra concepción de solidaridad y vuestro corazón comprenderá, más profundamente, los grandes secretos de la evolución, entendiendo los maravillosos y dulces misterios de la vida”. [15]

“Recuerda los lazos sagrados que nos conectan entre nosotros en el camino evolutivo y colabora en la extinción de la crueldad con la que aún basamos las relaciones con nuestros hermanos menores”. [16]

Según otro autor espiritual, André Luiz, en una obra titulada Conducta espírita, es necesario “abstenerse de perseguir y encarcelar, maltratar o sacrificar animales […] para el esparcimiento, en excursiones periódicas a campos, lagos y ríos, o en obstinados y sangrientas competiciones deportivas”. [17]

Además, André Luiz enfatiza en el referido trabajo que en la ayuda a los animales enfermos se deben utilizar los posibles recursos terapéuticos, incluso los de naturaleza mediúmnica tan utilizados en prácticas espiritistas, como pases, rezos y agua fluidizada.

 Aún son pocos los centros espíritas que ofrecen tratamiento a los animales. Destacamos el grupo ASSEAMA – Associação Espírita Amigos de los Animales. Es una organización espiritista y vegana sin ánimo de lucro, con todas sus actividades orientadas a la protección y protección de los animales.

Otra autora espiritual, Juana de Angelis, a través del médium Divaldo Pereira Franco, ha dado especial énfasis a la relación humana con el mundo natural. Por ejemplo, afirma que “los devastadores de la flora y los destructores de la fauna han perdido el rumbo de la vida y se han enredado en el mosaico de la ambición irracional, autodestructiva, siempre que se oponen a las manifestaciones sensibles que existen”. [18]

Juana de Angelis afirma que no se puede sentir compasión solo por los seres pensantes y que el respeto por los animales, los vegetales, los minerales es una necesidad para que el espíritu asuma verdaderamente la condición de humano. El autor dijo:

“Nuevamente, el aspecto de la compasión cobra sentido, ya que la búsqueda de la Naturaleza y sus diversas expresiones, como fases de la evolución de la vida, debe ser considerada esencial para lograr el sentimiento de humanidad ”. El individuo que se apiada del sufrimiento de su prójimo – vegetal, animal o humano – deseando ayudarlo, se ilumina fácilmente, frente al conocimiento que tiene sobre el sentido existencial de la vida en la Tierra. Este fenómeno es el resultado de tendencias universales resultantes del proceso de evolución moral, manifestándose en este expresivo sentimiento de compasión, uno de los más elevados que puede expresar la psique humana”. [19]

Otro instructor espiritual, Alejandro, en diálogo con el espíritu André Luiz, narró los errores cometidos al encarnarse, en relación al consumo de animales para obtener la proteína, un mero pretexto, y describe cómo la inteligencia humana se empobrece al sacrificar, comercializar y consumir. animales:

“Con el propósito de buscar recursos proteicos, exterminábamos incontables pollos y carneros, lechones y cabritos. Chupábamos los tejidos musculares, roíamos los huesos. No satisfechos con matar a los pobres seres que nos pedían rutas de progresos y valores educativos para mejorar la Obra del Padre, aumentábamos el refinamiento de la explotación milenaria y a muchos de ellos les infligíamos determinadas molestias, para que nos sirvieran al paladar con la máxima eficiencia. […] 

Exagerábamos, con toda la responsabilidad la necesidad de proteínas y grasas diversas, pero olvidábamos que nuestra inteligencia, tan fértil para el descubrimiento de comodidades y confort, hallaría recursos, sin recurrir a la industria de la muerte, para encontrar nuevos elementos y nuevos medios para conseguir suministros proteicos al organismo. [20]

El mismo dúo, en otro capítulo, narra el dramático ambiente espiritual de un matadero, que agrava aún más la incoherencia del movimiento espiritista de no abordar mucho la importancia del vegetarianismo y el deber ético hacia los animales no humanos, en vista de tales informaciones de su propia literatura.

“Por las vibraciones del ambiente, reconocí que el lugar era de los más desagradables, que, hasta entonces, en mi nueva fase de esfuerzo espiritual, había conocido. Siguiendo a Alejandro muy de cerca, veía a numerosos grupos de entidades francamente inferiores que se alojaban aquí y allí. Ante el local en que se procesaba la matanza de los bovinos, pude percibir un cuadro aterrador. Gran número de desencarnados, en lastimosas condiciones, se tiraban sobre los borbotones de sangre viva, como si procurasen beber el líquido con sed devoradora… 

Alejandro percibió el asombro doloroso que se posesionara de mí y con serenidad, me aclaró: –¿Está observando, André? Estos infelices hermanos que no nos pueden ver, dada la deplorable condición de inferioridad y de embrutecimiento en que se encuentran, están succionando las fuerzas del plasma sanguíneo de los animales. Son hambrientos que causan piedad. Pocas veces, en toda mi vida, había experimentado una repugnancia tan grande. Las escenas más tristes de las zonas inferiores que hasta entonces había podido observar, no me habían impresionado con tanta amargura.” [21]

Otro espíritu, Humberto de Campos, también recomendó el vegetarianismo, diciendo “comienza la renovación de tus costumbres con tu plato diario. Disminuye gradualmente la lujuria por comer la carne de los animales. El cementerio en el vientre es un tormento, después de la gran transición”. [22]

Queda claro que los preceptos espiritistas deben conducir a la ética vegana, debido a la innumerable información contenida en su propia literatura, promoviendo a sus seguidores una acción moral en el mundo que se extiende a toda la Naturaleza, en oposición al modelo dañino antropocéntrico-especista.

5. Síntesis proposicional

Según la concepción espírita, la humanidad tiene serias responsabilidades asumidas con los seres no humanos, pues en la jerarquía evolutiva espírita la fase evolutiva de la humanidad (nuestra fase actual) no le otorga el derecho a explorar seres de la fase evolutiva de la animalidad (nuestra actual fase), pero sí, le impone el sagrado deber de más servir y cuidar, como un hermano mayor. Definitivamente, para el Espiritismo, los animales no existen para servir a los intereses humanos.

A través de un estudio sistemático de las obras básicas y subsidiarias de la Doctrina Espírita, es posible extraer al menos dos ejes fundamentales de la relación humana con los animales, que deben formar parte de la conducta y enseñanzas en los espacios espíritas: i) el engagement por el fin de la crueldad contra los animales no humanos y ii) la adopción de la dieta vegetariana pura.

Sin embargo, salvo excepciones, el movimiento espírita no ha prestado la debida atención al tema de nuestra relación con los animales, actuando de forma incoherente con su propia literatura clásica y principios de caridad que lo orientan, quedando al margen del debate sobre la expansión de la comunidad. animales. Por otro lado, el movimiento ha estado bajo la presión de sus propios seguidores y de la sociedad, lo que ha generado cambios significativos a favor de la vida animal.

Como la Doctrina Espírita se basa en la práctica de la caridad y la paz, es plenamente posible el desarrollo de una Ética Animal Espírita que agregue fuerza a la lucha por el fin de la hecatombe de animales sacrificados y explotados a diario.

Así, asimilar dicha ética en los espacios espíritas es un imperativo de coherencia, especialmente en esta época en la que la ciencia ya ha constatado los graves y multifacéticos perjuicios de la explotación de animales no humanos para distintos fines, según el propio grupo literario fundamental y complementario, ya había afirmado.

Referencias:

[1] THOMAS, Keith. O Homem e o Mundo Natural. [El Hombre y el Mundo Natural]. São Paulo: Companhia das Letras, 1996. p. 19.

[2] FELIPE, Sônia T. Fundamentação ética dos direitos animais. O legado de Humphry Primatt. [Justificación ética de los derechos de los animales. El legado de Humphry Primatt.] En: REVISTA BRASILEIRA DE DIREITO ANIMAL, Salvador: Instituto de Abolicionismo Animal, v. 1, n. 1, ene./dic. 2006, pp. 207-230.

[3] LOURENÇO, D. B. Direito dos animais: fundamentação e novas perspectivas. [Derecho animal: justificación y nuevas perspectivas.] Porto Alegre: Sérgio Antonio Fabris Editor, 2008.

[4] KARDEC, Allan. KARDEC, A. ¿Qué es el Espiritismo? Traducción de  José María Fernández Colavida. Ed. digital. FEE,  1. ed. jul. 2020. 234 p. Preámbulo. Acceso el 13-10-2020 https://tinyurl.com/y4gdbbsl  .

[5] KARDEC, A. KARDEC, A. El Evangelio Según el Espiritismo. Ed. digital, FEE, set. 2018. Autoridad de la Doctrina Espírita, p.25.

Acceso el 14-03-2020 https://rb.gy/dwwmuq 

[6]  http://www.fao.org/news/story/es/item/210764/icode/  

[7] https://portal.fiocruz.br/pergunta/qual-origem-desse-novo-coronavirus?fbclid=IwAR3AwtbzSGxBqF5yQB7YC6tRlG-S1PQcFI11B6YQ7sB3dCErZe0ebfx57CM  

[8] TRIGUEIRO, A. Espiritismo e Ecologia. [Espiritismo y Ecología]. 3ª ed. 2 imp. Brasília: FEB, 2013. Capítulo “Consumo Consciente”. pp. 16.

[9] KARDEC, A. La Génesis. Ed. digital, FEE, set. 2018. Cap. XIV, item 12. Acceso el 26-03-2020 https://tinyurl.com/y69vhnoq

[10] KARDEC, A. La Génesis. Ed. digital, FEE, set. 2018. Cap. XVII “Bosquejo geológico de la Tierra, ítem 32. Acceso el 26-03-2020 https://tinyurl.com/y69vhnoq.

[11] Declaración de Cambridge sobre la Conciencia. Consultado en http://www.anima.org.ar/wp-content/uploads/2016/03/Declaraci%C3%B3n-de-Cambridge-sobre-la-Conciencia.pdf Acceso el 25-05-2021.

[12] DELANNE, G. A evolução anímica. [La evolución anímica]. 1 ed. Limeira: EDITORA DO CONHECIMENTO, 2008. 239 p. Capítulo 1 “A vida”, [La vida] item “A força vital” [La fuerza vital], pp. 30.

[13] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). Emmanuel. Versión digital. Federación Espírita Española. 105 p. Capítulo 17 “Sobre los animales”, pp. 55-57. Acceso el 25-07-2021 https://cursoespirita.com/wp-content/uploads/Emmanuel.pdf 

[14] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). El Consolador. Trad. Henry Chara. Edición digital. 122 p. Capítulo 2 “Filosofía”, item 2.1. “Vida”, sub item 2.1.1. “Aprendizaje”, pregunta 129. Acceso el 15-06-2020 https://cursoespirita.com/wp-content/uploads/El-Consolador.pdf    

[15] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). Emmanuel. Versión digital. Federación Espírita Española. 105 p. Capítulo 17 “Sobre los animales”, pp. 55-57. Acceso el 25-07-2021 https://cursoespirita.com/wp-content/uploads/Emmanuel.pdf 

[16] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). Alvorada do Reino. [Alborada del Reino]. 1 ed. São Paulo: IDEAL, 1988. 102 p. Capítulo 15 “Na senda de ascensão”, [En la senda de la ascensión]. pp. 78-82.

[17] VIEIRA, W. ANDRÉ LUIZ (Espíritu). Conducta espírita. Capítulo 33 “Frente a los animales”, pg. 50. Versión digital. Federación Espírita Española. 70 p. Acceso el 15-06-2020 http://www.akardec.com/libro/conducta.pdf  

[18] FRANCO, D. P.; JUANA DE ANGELIS (Espírito). Garimpo de amor. 6 ed. Salvador: LEAL, 2015. 200 p. Capítulo 18 “Amor e conflitos”, pp. 119.

[19] FRANCO, D. P.; JUANA DE ANGELIS (Espíritu). Encontro com a Paz e a Saúde. [Encuentro con la Paz y la Salud[. 5 ed. Salvador: LEAL, 2016. 232 p. Capítulo 10 “Em busca da iluminação interior” [En busca de la iluminación interior], ítem “Processo de autoiluminação” [Proceso de autoeliminación], pp. 198-201.

[20] XAVIER, F. C.; ANDRÉ LUIZ (Espíritu). Misioneros de la Luz. 1ª ed., 2007.Capítulo 4 “Vampirismo”,  Derechos de autor cedidos gratuitamente por la Federación Espírita Brasileña. 353 p. Acceso el 14-03-2020 https://cursoespirita.com/wp-content/uploads/Misioneros-de-la-Luz.pdf    

[21] XAVIER, F. C.; ANDRÉ LUIZ (Espíritu). Misioneros de la Luz. op. cit.

22] XAVIER, F. C.; HERMANO X (Espíritu). Cartas e Crônicas, [Cartas y crónicas], 14 ed. 3 imp. Brasília: FEB, 2015. 167 p. Capítulo 4 “Treino para a morte” [Entrenamiento para la muerte], pp. 18.

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