Artículo #10: Mamás vegetarianas y sus bebés

Cuando nos convertimos en vegetarianos y veganos surgen innumerables dudas al entrar en un mundo nuevo. Afortunadamente, hoy podemos contar con profesionales que se están especializando en esta área y produciendo conocimiento que nos orienta de una manera más segura.

Vale la pena que, antes de leer el artículo recordemos que los benefactores espirituales también nos advirtieron sobre el cuidado con el cuerpo físico, de elegir bien los alimentos que comemos:

  • “El cuerpo es el primer préstamo recibido por el Espíritu al reencarnar.” [1]
  • “Gran número de personas deja prematuramente el plano terrestre por los errores que comete al alimentarse.” [1]
  • “Primero, admito que debo referirme a nuestros viejos malos hábitos. Su cristalización aquí (mundo espiritual) es una plaga esclavizante.  Empieza la renovación de tus costumbres con el plato de cada día. Disminuye gradualmente la lujuria por comer la carne de los animales. El cementerio en la barriga es un tormento después de la gran transición. [2]

Además, nuestra forma de relacionarnos con la comida puede repercutir en la salud y en la educación alimentaria de nuestros hijos desde edades tempranas.

En este sentido, la Dra. Fernanda de Luca pediatra, nutrióloga y colaboradora del MOVE, nos habla respecto de los cuidados que deben tomar las madres vegetarianas y veganas para satisfacer las necesidades de sus bebés, así como para ayudarlos a desarrollar una relación saludable con la alimentación.

Contacto: @nutrovegconsultorio

Muchas madres vegetarianas me preguntan si una dieta vegetariana sería saludable para el crecimiento y desarrollo de sus hijos y si la falta de carne no traería alguna deficiencia vitamínica.

Para empezar, recordemos que todo bebé nace estrictamente vegetariano, ya que la leche materna es el alimento más completo y adecuado para su crecimiento y desarrollo hasta los 6 meses de vida.

Sin embargo, la calidad de la leche materna depende de la calidad de la dieta de la madre y algunos nutrientes necesitan una atención especial, como la vitamina B 12 que, si no forma parte de la dieta de la madre o no se complementa, estará ausente o en niveles insuficientes en la leche materna, lo que será muy perjudicial para el desarrollo del bebé. Otras vitaminas que merecen atención en la fase de lactancia son las vitaminas A, C, D y todo el complejo B. La vitamina D, aunque está presente en buenas concentraciones en la leche materna, debe complementarse desde el nacimiento, según la Sociedad Brasileña de Pediatria (SBP).

Hoy en día, se habla y se discute mucho sobre el omega-3 y su papel en el desarrollo del cerebro infantil. Los lactantes tienen una capacidad limitada para producir el ácido decosahexaenoico (DHA) a partir del ácido alfa linolénico (ALA u omega-3) y, por lo tanto, nos cabe recomendar a las madres vegetarianas que incluyan fuentes de ALA en la dieta (linaza, chía, castañas, aceite de linaza) o suplemento. El DHA es uno de los principales factores del desarrollo del cerebro y es por eso que las fórmulas infantiles ahora están enriquecidas con DHA, ya que la leche de vaca no contiene esta sustancia (los terneros no necesitan tener un cerebro desarrollado).

Para las madres estrictamente vegetarianas (“veganas”) que no pueden amamantar, la lactancia artificial debe realizarse con fórmulas infantiles a base de soya o arroz.

Las leches vegetales preparadas en casa o incluso industrializadas y fortificadas no deben ofrecerse a los bebés antes de 1 año de edad, ya que son bajas en calorías y en proteínas y grasas y pueden conducir a una desnutrición severa. En Brasil, la antes mencionada SBP solo recomienda el uso de fórmula infantil a base de soya después de los 6 meses de vida, pero la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) sugiere su uso desde el nacimiento como alternativa para reemplazar la leche materna en madres “veganas”. 

A los 6 meses comienza la fase de destete y, por lo general, el primer alimento que se le ofrece al bebé es una fruta, por lo que la alimentación continúa sin ningún alimento de origen animal. La lactancia materna debe mantenerse con la misma frecuencia que se ofreció con anterioridad.

Alrededor de los 7-8 meses comenzamos introduciendo verduras y legumbres que se deben ofrecer una a la vez, con un intervalo de 3-4 días, machacadas con un tenedor y muy bien cocidas. Se seguirá ofreciendo leche materna durante todo el día y como complemento, después de la papilla, hasta que el niño ingiera una cantidad satisfactoria. Poco a poco se van introduciendo nuevas verduras y alrededor de los 8-9 meses podemos empezar a ofrecer legumbres (frijoles, lentejas, guisante, garbanzo, soya) y el tofu. En esta fase, se introduce también la segunda comida principal en el horario nocturno.

A partir dos 10 meses, permite-se que a criança coma os alimentos com as mãos, A partir de los 10 meses el niño puede comer la comida con las manos, ofreciéndola en forma de “palillos” (zanahoria, pepino, patatas) o en trozos pequeños (frutas y verduras). El contacto manual con los alimentos es muy importante para el desarrollo del niño, aunque requiere un mayor cuidado. Recordemos que se debe ofrecer agua con frecuencia y entre comidas.

Se debe advertir a los padres que la introducción de alimentos sólidos tiene como objetivo satisfacer las necesidades nutricionales del bebé en crecimiento y siempre debe realizarse bajo la guía adecuada y nunca antes de los 4 meses de vida. La ingesta excesiva de alimentos ricos en carbohidratos y azúcares y bajos en proteínas y grasas, como jugos y refrescos industrializados, dulces, helados y galletas rellenas, puede generar dietas inadecuadas para esta etapa de la vida.

La dieta vegetariana estricta es capaz de ofrecer todos los nutrientes adecuados para el crecimiento y desarrollo de los bebés, por lo que es una gran oportunidad para introducir hábitos alimentarios saludables.

Referencias:

[1] VIEIRA, W. ANDRÉ LUIZ (Espíritu). Conducta espírita. Versión digital. Federación Espírita Española. 70 p. Capítulo 34 (Frente al cuerpo), p. 51. Acceso el 15-06-2020 https://bit.ly/37vPEQZ

[2] XAVIER, F. C.; IRMÃO X (Espíritu). Cartas e crônicas.  [Cartas y crónicas] 14 ed. 3 imp. Brasília: FEB, 167 p. Capítulo 4 (Treino para a morte) [Entrenamiento para la muerte], pp. 18.