Artículo #11: La relación entre el hambre y los productos animales

Magno Grilenzoni nos habla de una de las consecuencias del patrón de consumo centrado en los productos animales.

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La sociedad global se enfrenta a crisis humanitarias recurrentes relacionadas con el hambre, una situación en la que el individuo está desnutrido, es decir, no tiene acceso continuo a suficientes calorías para satisfacer sus necesidades energéticas diarias [1]. La cantidad de personas que se encuentran en esta situación, acompañada de la miseria social e incluso el riesgo de muerte, según datos oficiales, es mucho mayor de lo que se imagina.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) informó que actualmente 815 millones de personas pasan hambre en el planeta, una cifra alarmante y triste [2].

Ante este malestar social, como colectivo, deberíamos avergonzarnos de permitir que esta situación siga sucediendo, porque, partiendo de la filosofía espírita, los afectados son personas como nosotros y cuando el hambre es crónica, poco a poco se va quitando la vida en tormentos espinosos y continuos.

En este sentido, como narró el benefactor Bezerra de Menezes a la médium Yvonne do Amaral Pereira:

“El hambriento, hija mía, el pobre que está encadenado al tronco de este ineludible tormento, ni siquiera tiene el corazón para poder amar, ni la sensibilidad que lo lleva a inclinarse hacia lo bello, lo digno, lo correcto y lo bueno. ¡Se vuelve loco y se desorienta bajo el aplastamiento de esta imperiosa obsesión! Solo siente, llorando por todos los recovecos de su ser, la necesidad más urgente de ayudarse a sí mismo, aliviarse del mal que lo tortura, mientras la visión del alimento que no se le da se imprime en su mente como un obstinado espejismo que le ordena conquistarlo, sin importar los medios que se empleen para lograrlo, ¡o la fuente de donde proviene!”. [3]

El problema del hambre involucra varios temas, como la pobreza que disminuye el poder adquisitivo; el derroche durante todo el proceso productivo (cosecha, transporte, consumidor final, sobras en el plato, etc.). Sin embargo, hay un factor poco mencionado que, según algunas líneas, puede tener una influencia directa en el paquete de temas relacionados con el hambre.

Según Sérgio Greif, biólogo y máster en alimentación, la cantidad de recursos necesarios para la producción de carne, así como el crecimiento poblacional, el consumo de carne por diferentes poblaciones en el mundo y también las causas del hambre, se puede concluir que : “Cualquier proyecto que tenga como objetivo combatir el hambre, implementando un sistema productivo sostenible donde se optimice el uso del suelo para satisfacer las necesidades del mayor número posible de personas, debe considerar el vegetarianismo”. [4].

Más aún, según el mismo autor, “El lobby de la carne argumenta que un aumento en la producción ganadera podría hacer que la carne sea accesible para todos, pero esta no sería una alternativa viable, ya que alimentar a una población de 6.500 millones de personas que consumen carne requeriría extensiones de tierra más allá de la capacidad del planeta. Además, tal acción comprometería los escasos recursos naturales restantes, lo que resultaría en un colapso total de todos los sistemas naturales (ver el texto “Vegetarianismo y conservación ambiental”). [4].

“De hecho, el aumento de la producción animal en las últimas décadas no ha aportado a la mejora del problema del hambre en el mundo, al contrario. Según la FAO (1998), de 1960 a 1997 el rebaño bovino creció un 42%, el ovino creció un 32%, los cerdos un 131% y el de pollos un 244%. Durante este período, la población humana creció en un 90%. Está claro que el aumento de la producción de animales para consumo no será una solución al problema del hambre ”. [4].

Además, la mitad de los cereales y hortalizas que se producen en el mundo se utilizan para alimentar a los animales en las industrias de la carne, la leche y los productos lácteos y los huevos. Por tanto, si en lugar de alimentar a estos animales utilizaran estos cereales y verduras para alimentar a las personas, el hambre se erradicaría de inmediato. [4]

Dadas estas informaciones y los aspectos sociales y espirituales, todos los movimientos solidarios en la lucha contra el hambre deben emprenderse y estimularse. Y con respecto al consumo de productos animales, amén de los impactos ambientales, psicológicos en los trabajadores de este sector, salud física y espiritual, tanto para humanos como para animales, también existe una correlación con el hambre. En este sentido, es importante rescatar el discurso del benefactor Emmanuel, que probablemente está en consonancia con esta relación de impactos negativos derivados del consumo animal:

“La ingestión de las vísceras de las animales es un error de enormes consecuencias, del cual derivan numerosos vicios de la nutrición humana. Es una lástima semejante situación…” [5].

Así, cuando dejamos de consumir carne y otros artículos de origen animal, además de minimizar el sufrimiento de los animales y otros aspectos ya puntuados, también contribuiremos, en consecuencia, a reducir el hambre.

También conviene recordar que, en El Libro de los Espíritus, la abstención de los “alimentos de origen animal” es meritoria cuando está a favor de otros seres [6], que serían tanto las personas, los animales y el planeta mismo. Es interesante notar que tales preguntas se hicieron en 1860, un período en el que las mujeres y los negros eran considerados seres sin alma [7].

Además de nuestra propia dieta y estilo de vida, podemos expandir el veganismo en las instituciones espiritistas, ya que recibimos tantas recomendaciones de benefactores espirituales al respecto, a través de conferencias, seminarios, conversaciones; en la comida que se sirve en las fiestas, en los comedores, en los actos solidarios. También podemos ampliarlo en el voluntariado, vinculado o no a las Casas Espiritistas.

Pido permiso para contar una actividad de asistencia social en la que participo con un grupo de amigos, a favor de las personas en situación de miseria social, así como sus animales, en las calles de San Pablo.

Las actividades incluyen la distribución de alimentos estrictamente vegetarianos (de origen vegetal) y ropa, mantas y otros artículos, así como asistencia legal a personas y asistencia veterinaria a animales. Ya hemos sido testigos de gente agotada por el hambre que cae frente a nosotros, en medio de la capital económica del país, además de niños recién nacidos, ancianos y discapacitados físicos agotados por la desnutrición.

Vale la pena recalcar que en esta actividad no distribuimos alimentos de origen animal, ya que, como comentamos en este artículo, su producción es uno de los pilares sobre los que se asienta el hambre, que es el problema que queremos combatir en el proyecto.

Así, por tantos impactos negativos y la probable correlación con el hambre, recordemos la recomendación de Chico Xavier en la obra “Mandato de Amor”, cuando se le preguntó sobre qué le podría pasar al mundo si seguíamos atacando a la Naturaleza: “Lo que pasa es que no estamos atacando a la naturaleza, sino a nosotros mismos, con lo cual responderemos por nuestras fechorías”. [8].

Ante este sencillo y resumido análisis de una de las “enormes consecuencias” del consumo de carne, invitamos a todos los amigos que se sientan deseosos de una nueva vida a dar los primeros pasos hacia el veganismo.

Referencias:

[1] OMS – Vuelve a crecer el hambre en el mundo. https://tinyurl.com/y6yysoeu  

[2] La FAO denuncia que 815 millones de personas pasan hambre en el mundo. https://tinyurl.com/y4szbhga 

[3] PEREIRA, Y. A.; BEZERRA DE MENEZES (Espíritu); CAMILO CASTELO BRANCO (Espíritu). Nas Telas do Infinito. 13 ed. 3 imp. Brasília: FEB, 2016. 189 p.

[4] La ONU señala en un informe que una alimentación vegana salvaría al mundo del hambre. https://tinyurl.com/y5wht8lo 

[5] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). El Consolador. Trad. Henry Chara. Capítulo 2 (Filosofía), ítem 2.1. “Vida”, Subítem 2.1.1. “Aprendizaje”, pregunta 129. Edición digital. 122 p. Acceso el 15-06-2020 https://bit.ly/2Y2U5j1

[6]  KARDEC, A. El libro de los Espíritus. Trad.: José María Fernández Colavida. Libro tercero (Las leyes morales), capítulo V (Ley de Conservación), ítem V (Privaciones voluntarias, mortificaciones), pregunta 724. Ed. digital, FEE, set. 2018. Acceso el 26-06-2020 https://url2.cl/9g7wk 

[7] KARDEC, A. Revista Espírita de enero de 1866. Capítulo “¿Las mujeres tienen alma?”. 

[8] XAVIER, F. C. Diversos Espíritos. Mandato de Amor. Disponível em: http://bibliadocaminho.com/ocaminho/TXavieriano/Livros/Cma/CmaP4C14.htm