Card #67: “Medita en los animales, que sufren día a día, para que tu plato sea transmisor de alegría”.

¿Qué es lo que el dicho ‘lo que los ojos no ven, el corazón no siente’ nos brinda para que podamos expandir la conciencia?

Desde el punto de vista de la ética animal espírita, ¿cuánto hemos evitado ver, oír y pensar en el atroz sufrimiento de nuestros hermanos menores en la industria animal?

El Espiritismo nos invita a ejercitar la caridad como forma de evolución, por ello, es imperativo que la practiquemos también con otros seres que nos siguen en un camino evolutivo, como lo expresó tan claramente Emmanuel:

«Recuerda los vínculos sagrados que nos conectan entre nosotros en el camino evolutivo y colabora en la extinción de la crueldad con la que aún guiamos nuestras relaciones con nuestros hermanos y hermanas menores». [1]

Con la facilidad de las herramientas actuales, a través de buscadores, sitios de videos, documentales, redes sociales, entre otros, podemos de manera rápida y gratuita obtener información muy veraz sobre las prácticas estándar de la industria animal y cuánto dolor y sufrimiento, físico y psíquicos, provocan allí a seres explotados comercialmente. [2]

A los lechones se les cortan la cola, las orejas y los dientes sin anestesia, que tampoco se aplica cuando son castrados; este procedimiento se realiza para que su carne cambie su olor y aumente su valor comercial. Los polluelos machos, por no poner huevos, son triturados vivos o arrojados a barriles de agua para que mueran ahogados. No tienen valor comercial para una industria que ha seleccionado genéticamente la raza que proporciona la máxima cantidad de huevos. A las hembras, por otro lado, se les corta el pico con una cuchilla caliente y, en su mayor parte, viven vidas cortas y dolorosas confinadas en pequeñas jaulas, tratadas como máquinas para poner huevos.

Finalmente, queda claro, en una breve descripción de algunas prácticas estándar de la industria, que el sentimiento de compasión por estos seres inocentes e indefensos está lejos de lo que hemos patrocinado; simplemente porque están ahí dentro de los galpones, granjas, fincas y mataderos y, por tanto, alejados de nuestros ojos y de nuestros corazones.

Un sentimiento que, planteado en la conmovedora apelación del gran Cairbar Schutel ―‘ten compasión de los pobres animales’[3] es fundamental ejercitarnos para nuestro propio desarrollo espiritual y armonía colectiva.

La iluminada instructora Juana de Angelis también reserva hermosos pasajes de sus obras para contarnos acerca de la importancia fundamental de ejercitar la compasión:

«El individuo que se compadece del sufrimiento de su vecino vegetal, animal o humano deseando ayudarlo, se ilumina fácilmente, dado el conocimiento que tiene sobre el significado existencial de la vida en la Tierra. Este fenómeno es el resultado de tendencias universales resultantes del proceso de evolución moral, manifestándose en este expresivo sentimiento de compasión, uno de los más elevados que puede expresar la psique humana.

También el ser humano debe sacrificarse con amor y compasión en beneficio de todas las demás vidas, contribuyendo así a que todo exprese su realidad colectiva, sin pérdida de individualidad.

(…) Nuevamente, el aspecto de la compasión adquiere sentido, ya que la búsqueda de la Naturaleza y sus diversas expresiones, como fases de la evolución de la vida, deben ser consideradas como imprescindibles para lograr el sentimiento de humanidad». [4]

Que, motivados por la oportunidad de tomar conciencia,

que está presente hoy en el planeta ,

¿Podemos revisar una práctica tan antigua y obsoleta

basada todavía en la violencia y el desamor

que conlleva tanto dolor a nuestros hermanos.

Que, pues, abofeteados por la Divina Compasión,

que despertemos de este sueño de separación

y finalmente construyamos el Nuevo Mundo, tan ansiado,

donde toda la Vida, todo el Ser, será simplemente: Amado.

Referencias:

[1] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espírito). Alvorada do Reino. 1 ed. São Paulo: IDEAL, 1988. 102 p. Capítulo 15 “Na senda de ascensão”, pp. 78-82.

[1] XAVIER, F. C.; EMMANUEL (Espíritu). Alvorada do Reino. [Alborada del reino.]1 ed. São Paulo: IDEAL, 1988. 102 p. Capítulo 15 “En el camino de la ascensión”, pp. 78-82.

[2] vide sugestões de palestras e documentários em nosso site na seção Recomendamos: https://eticaanimalespirita.org/category/recomendamos/

[2] Ver sugerencias de conferencias y documentales en nuestro sitio web en la sección Recomendamos: https://eticaanimalespirita.org/category/recomendamos/

[3] SCHUTEL, C. Gênese da alma. 7 ed. Matão: O CLARIM, 2011. 136 p. Capítulo “Apelo em favor dos animais”, pp. 111-113.

[3] SCHUTEL, C. “Gênese da Alma” [Génesis del alma]. 7 ed. Matão: O CLARIM, 2011. 136 p. Capítulo “Apelo em favor dos animais” [Recurso a favor de los animales], pp. 111-113.

[4] FRANCO, D. P.; JOANNA DE ÂNGELIS (Espírito). Encontro com a Paz e a Saúde. 5 ed. Salvador: LEAL, 2016. 232 p. Capítulo 10 “Em busca da iluminação interior”, item “Processo de autoiluminação”, pp. 198-201.

[4] FRANCO, D. P.; JUANA DE ANGELIS (Espíritu). Encontro com a Paz e a Saúde. [Encuentro con la Paz y la Salud]. 5 ed. Salvador: LEAL, 2016. 232 p. Capítulo 10 “Em busca da iluminação interior”, item “Processo de autoiluminação”, [En busca de la iluminación interior”, ítem “Proceso de autoiluminación”.], pp. 198-201.

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